El Eixample, un distrito que se extiende desde la Plaça d'Espanya hasta el río Besòs, conectando la ciudad antigua con sus barrios circundantes, es el epicentro de la Barcelona moderna. Esta área representa un hito histórico en la ciudad que marcó su transición hacia la modernidad y el crecimiento económico durante el siglo XIX.
El Eixample es una creación del visionario ingeniero y urbanista Ildefons Cerdà, cuyo diseño urbano refleja un espíritu igualitario donde los barrios no se distinguen y los servicios públicos se distribuyen equitativamente. Su retícula ortogonal con esquinas achaflanadas se ha convertido en un icono de Barcelona y es estudiada en todo el mundo como un ejemplo pionero del urbanismo moderno.
La Sagrada Familia, diseñada por Gaudí, es el icono más destacado del modernismo catalán y una basílica católica que representa los principales símbolos de la fe cristiana. Su interior te transporta a un mundo de fantasía con vidrieras multicolores y columnas que parecen árboles de piedra.
La Casa Milà, conocida como La Pedrera, es un edificio inclasificable con formas imposibles y una fachada que parece tallada en piedra. Sus chimeneas en forma de esculturas de guerreros en la azotea forman un impresionante ejército de piedra.
